Artes marciales japonesas: Jutsu vs Do
Artes marciales japonesas: Jutsu vs Do

Resulta interesante analizar diferentes artes marciales y ver que existen artes marciales aparentemente comunes que tras años de divergencia resultan ciertamente diferentes. Estas diferencias se extienden también al nombre. Aunque proviene de un mismo origen, se le aplican diferentes terminaciones. Para ejemplos dos. Por un lado dentro del mundo del karate encontramos estilos y escuelas que afirman practicar karate-do mientras que otros se autodenominan practicantes de karate-jutsu. También es común ver escrita está terminación como jitsu. De ahí nuestro segundo ejemplo, judo y jujitsu o jujutsu, que no es otra cosa que la raíz ju con jitsu o do como terminación. Existe pues una diferencia y diferentes razones para utilizar jutsu vs do.

Hoy en día este último ejemplo se consideran en la mente popular dos artes marciales diferentes. Antes de hablar más de ésto me gustaría mencionar el aspecto puramente lingüístico de los términos.

El significado

Kanji de jutsu

Jutsu, que se escribe con el carácter japonés o kanji de la primera imagen, quiere decir “técnica” o “habilidad” (entre otros significados). Basta con consultar un diccionario de japonés para confirmar esto. La connotación obvia de ésta palabra es que se centra más en la parte mecánica o técnica de aquello a lo que acompaña. En japonés muchas veces los significados de los diferentes ideogramas se superponen para crear nuevos significados.

Kanji de do

Por otra parte el término do puede tomar el significado de “camino”, “viaje” o incluso “moral” o “enseñanzas”. Una vez más los ideogramas en japonés transmiten una idea más general que se concreta una vez acompañan a otra palabra. Por eso la mejor manera de conocer los significados con los que se usan en el mundo de las artes marciales es consultar textos de diferentes autores japoneses que han hablado de éste tema.

Las referencias históricas

Encontramos diferentes alusiones a jutsu vs do en diversos textos sobre artes marciales japonesas. Iain Abernethy habla de su punto de vista al respecto en su podcast Karate-Jutsu / Karate-Do. En esa podcast nombra uno de los libros de Jigoro Kano, el cual es conocido como el maestro fundador del judo, lo cual hizo a partir de las antiguas escuelas de jujutsu.

Uno de sus libros habla de tres niveles a la hora de practicar artes marciales. En su caso lo aplica al judo y nos explica que el judo de bajo nivel se referiría a la parte de efectividad a nivel físico de las técnicas. El nivel medio sería la cultivación de la mente, el cuerpo y las emociones. El nivel tres comprendería el uso de la parte mental y física de los niveles anteriores para contribuir de manera positiva a la sociedad.

En mi opinión, a la hora de entender todo esto de manera teórica, se podría trazar cierto paralelismo entre el nivel bajo y jutsu y el nivel medio y do, siendo que jutsu enfatiza el trabajo más técnico y físico y do el aspecto más mental y emocional.

Jutsu vs do: ¿Cuál debería utilizar?

Uno puede preguntarse qué termino sería el correcto en utilizar, y para mí dependería de qué quiera poner uno en el foco de atención. Sin embargo tampoco me parece que el utilizar uno u otro termino deba servir como excusa para ignorar partes de lo que tiene que ser la formación de un artista marcial.

Existen pegas que se le ponen a jutsu diciendo que al centrarse sólo en la técnica se deja de lado completamente los valores positivos que se pueden cultivar en las artes marciales así como la superación personal y otros aspectos. Pienso que esto no es necesariamente correcto ya que precisamente el estirar los límites personales a nivel físico y mental ayuda a conocerse a uno mismo mejor y crecer como personal al fortalecer nuestra capacidad de superar obstáculos en la vida como en el dojo podemos superar una sesión o ejercicio particularmente intenso con altos niveles de estrés y técnica incluidos.

Por otra parte al do se le achaca que se aleja de la realidad de una situación de agresión al enfatizar una serie de valores y ejercicios que resultan poco prácticos. De igual manera pienso que esto no tiene porque ser así necesariamente ya que se puede enfatizar esos valores y actitudes sin eliminar los ejercicios de entrenamiento práctico y realista que nos pueden equipar para protegernos a nosotros mismos y nuestras personas queridas de manera funcional.

Conclusiones

Para mí la situación ideal es aquella que engloba lo mejor de estos dos extremos. Una práctica que resulte funcional y nos permita desarrollar una serie de habilidades técnicas y motoras que nos capacite para defendernos, además de desempeñar adecuadamente en el resto de situaciones que tiene que ver con las artes marciales, y al mismo tiempo cuya metodología de trabajo potencia una serie de cualidades positivas y nos permita someternos a unos niveles de estrés controlado que nos permita descubrir dónde fallamos y como crecer y mejorar como personas y karatekas.

Espero que hayas disfrutado leyendo este artículo tanto como he disfrutado yo preparándolo, leyendo e investigando al respecto. Habrás notado que a diferencia de otros artículos más objetivos, muchos elementos de éste están basados en mi opinión personal, que aunque esté fundamentada de manera externa, sigue siendo MI opinión personal, y por lo tanto cada uno puede tener la suya. Si es así no dudes en contármelo a través de los diferentes canales o en los comentarios de éste artículo.

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