Ahí estaba yo, en la mitad de Steventon New Road, listo para ponerme mi gi y hacer algo de karate práctico. Sin embargo, me faltaba algo. Las casas de alrededor no se parecían en nada a las fotos que había visto. No había nadie por la zona y, desde luego, ninguna señal con el nombre del sitio donde se suponía que nos íbamos a quedar. Eché un vistazo más pero…

Estaba perdido

Tenía el teléfono en la mano ya que había ido siguiendo Google Maps para llegar hasta allí. Busqué el número de teléfono de Iain y le dí a llamar. Después de sonar un par de veces, se fue directo al buzón de voz, pero no había pasado ni un minuto cuando Iain me llamó de vuelta. Lo que dije la primera vez que hablaba directamente con él fue algo así como:

Hola Iain, soy David, del Residencial. Estoy bastante seguro de que NO estoy en el sitio correcto.

David en su primera conversación con Iain

Afortunadamente, dedujimos rápidamente que había continuado demasiado en esa carretera y que tenía que retroceder unos metros y subir por un pequeño caminito que no había visto previamente. Estoy bastante seguro de que eso pasó por estar mirando todo el rato Google Maps en vez de a mi alrededor. Así que cogí mi maleta y troté carretera arriba, tomé el camino y seguí hasta que encontré a Iain y el Wandering William, rodeado de la preciosa campiña británica.

Espera espera espera, que es todo eso de un Residencial de karate?

Bueno, para aquellos que no lo conozcan (¿es posible? 😉 ), los Residenciales de Iain Abernethy son seminarios de 4 días organizados por uno de los más altos exponentes de karate aplicado y kata bunkai del Reino Unido, siendo también él el instructor de los mismos. Suenan increíblemente bien sobre el papel, y después de haber asistido a uno puedo decir con total certeza que me habría perdido por la campiña británica como cien veces sólo por lo que pasó a continuación.

Ah, y… qué pasó a continuación?

Bien, hablemos de números. Más de 22 horas de entrenamiento y aprendizaje, unos 21 módulos o temas, todos ellos sobre karate práctico, desde trabajo de bunkai de katas como Kushanku o Matsumora no Rohai hasta Múltiples agresores e Incorporándo las leyes de defensa personal. Desde luego que demasiadas cosas como para hacer una lista aquí, ¡o me quedaría sin espacio!

Antes de llegar allí no estaba muy seguro de cómo me las apañaría para sobrevivir a todo ese entrenamiento, sobretodo por la gran cantidad de trabajo físico (¡y mental!) que había que hacer. No obstante, no había tenido en cuenta un detalle en concreto que hizo que todo fuese más fácil. La gente que estaba allí. Todos los karateka que se juntaron allí para el seminario y que disfrutaron y sufrieron con todo el trabajo de la misma manera que hice yo. Creo sinceramente que sin el entorno tan positivo y el apoyo de unos a otros, el seminario habría sido mucho más duro.

Ya termino, lo prometo

En primer lugar, me gustaría decir que para todos aquellos karatekas que nos gusta el lado más práctico, Iain lleva a cabo un trabajo que es increíblemente útil. Por eso, asistir a este seminario de 4 días me parecía la mejor manera de disfrutar y aprender sobre karate práctico. Uno de los momentos que más disfruté, por difícil que sea elegir, es el módulo de entrenamiento que hicimos sobre Matsumora no Rohai. Principalmente porque lo examinamos desde la perspectiva de que contiene un sistema completo por sí mismo. Por lo tanto estuvo genial jugar con las diferentes técnicas y ver como las diferentes posibilidades y tácticas están desarrolladas en el kata. Me recordó un breve artículo que escribí sobre algunas de las razones que me hacen pensar en los katas como sistemas autosuficientes.

En segundo lugar, creo que conocer a otros practicantes que tienen intereses similares o parecidos a los míos fue una experiencia genial. Te ayuda a sentirte como parte de una comunidad más amplia, y además pude socializar con personas muy interesantes.

Si quieres conocer más el trabajo que hace Iain, échale un vistazo a la página de Iain Abernethy ¡y disfrútala! Voy a terminar simplemente dándole las gracias a Iain, y diciendo que ¡tengo ya ganas de que llegue el siguiente!